viernes, 15 de abril de 2011

Seis años

Más o menos a estas horas un viernes como hoy dejé de caminar. No me acostumbro a este andar en muletas. Fui siempre un caminante, conocí paso a paso la ciudad de mi juventud. Mi memoria insiste en recordar el ardiente fuego del asfalto en verano y el chistar ruidoso de los pasos sobre la lluvia. Una maravilla cruzar la calle a paso veloz. Ya son seis años y no sé que siga. O ya lo sé y no quiero pensarlo. En sueños soy el de antes. Me consuelo pensando que la razón no necesita demasiados músculos.